La felicidad, es una decisión positiva

¿Quién lo hace sufrir?

¿A quien le da la llave de su felicidad?

¿Por què deja que los demás lo controlen? ¿Por què siempre està esperando que los demás actúen como usted quiere que lo hagan?
Muchas preguntas que lo hacen reflexionar.

Creo que las personas elegimos sufrir o no sufrir. Y esto es asì para mì, porque estoy convencida que cuando usted le da el poder a otra persona, no siempre la otra persona actúa como usted lo desea.

Nadie más que usted debe tener el control de vida. Si usted entrega el manejo de su vida a otro u otros, perderà el dominio. Solo usted lo decide.

Piénselo. ¿Cuántas veces se encontrò echando culpas a otras personas por no ser suficientemente buenos con usted? O suficientemente amables, o cariñosos.

¿Sabe por què? Porque les està dando la responsabilidad de hacerlo feliz. Todavìa no se ha dado cuenta que la felicidad reside dentro de usted ¡Ya sè! ¡Ya sè! Linda frase, pero vacìa de contenido.

¿Por què se dice que la felicidad reside dentro de usted? Porque es cuando usted aquieta la mente, medita y lo hace todos los días, es cuando usted va a comenzar a escucharse ¡Sì! Podrà escuchar lo que le dicta su corazón. Y su corazón le dirà que no hay nadie que lo haga màs feliz que usted mismo.

Es el encuentro ìntimo con usted que lo hará sentirse amado al comprender que no hay nadie mas importante para usted que usted mismo. Que debe cumplir con su mandato interior. Que su vida es suya, y es usted el único responsable de su felicidad. Que la felicidad no es cuestión de suerte, la felicidad es una decisión. Usted decide si quiere ser feliz.

He escuchado decir que: mi marido, mi hermano, mis padres, mis amigos, mi jefe, etc.  Me deprimen, me asustan, me dan disgustos, me enloquecen, me hacen mal, me enferman, etc. ¿Por què deja que los demás le hagan “esas cosas”? Debe hacer todo lo necesario para hacerse feliz, asi tendrá una vida más saludable.

 No espere que los otros vayan a visitarlos, si tiene ganas de ver a alguien, sea usted el visitante. Seguro que a la otra persona le agradarà saber que usted lo extrañaba. 

No espere regalos, compre lo que le gusta y regàleselo a usted mismo. No espere palabras de afecto si usted no las pronuncia primero. Deje de lamentarse y tome las riendas.

No le dè la responsabilidad a otros de lo que solo usted es responsable: de sentirse feliz.