Primero quiero disculparme con los lectores que siguen mi blog, ya que no he subido ninguna nota en estas ultimas semanas, debido a que he estado ocupada con mis actividades.
Y segundo, agradecerles por los email que recibo, eso me alienta a seguir. Sè que para muchas personas soy una ayuda en su mirar interior. Y quiero contarles que me estoy animando a escribir un pequeño libro con informaciòn mas detallada y vivencias personales, las que me llevaron a hacer esto.
Meditar es, en mi opiniòn, el mejor ejercicio que puede realizar.
Muchas personas relacionan la meditaciòn con una pràctica religiosa, y la verdad es que no es asì. Muchas personas meditamos a diario y lo hacemos con la mas firme convicciòn de que nos ayuda a esclarecer las dudas, a relajarnos, a encontrarnos con nosotros mismos y a sanar. Digo sanar, porque està comprobado que el noventa por ciento de las enfermedades son causadas por el estrés, o sea que la meditaciòn ayuda a la prevenciòn de las enfermedades relacionadas con nervios o disgustos, como son los ataques cardìacos, la presiòn arterial, constipaciòn, ùlceras, insomnio, urticarias, etc.
Cuando usted medita se adentra en un espacio maravilloso, dentro de usted mismo, escuchando el silencio que habita dentro suyo trayèndole paz y amor a su corazòn.
Al principio encontrará que no puede concentrarse, pero insista. Concéntrese en su respiración y trate de ver en su mente una pantalla de un solo color, concéntrese en ese color y siga vigilando su respiración. No se enganche con los pensamientos que le vengan a su mente, déjelos pasar.
La primer semana deberà hacerlo por diez minutos cada vez, en la segunda semana aumèntele unos minutos mas y asì cada semana hasta llegar a los treinta minutos diarios. Se quedarà sorprendido por el resultado. Aprenderà a tomar las cosas con calma y a no hacerse problemas por cosas que no puede resolver.
Otra manera simple de meditar es observar la naturaleza. Quedar ensimismado observando el vuelo de las aves, o el capullo de una flor, el trabajo de los insectos o un bello paisaje lo adentra en un silencio maravilloso que lo ayuda a aquietar los pensamientos y por lo tanto, a meditar de una manera diferente.
Sea constante, es el mejor regalo que puede hacerse a usted mismo.
Si este artìculo le gustò, compàrtalo por favor. Muchas gracias.
Y segundo, agradecerles por los email que recibo, eso me alienta a seguir. Sè que para muchas personas soy una ayuda en su mirar interior. Y quiero contarles que me estoy animando a escribir un pequeño libro con informaciòn mas detallada y vivencias personales, las que me llevaron a hacer esto.
Meditar es, en mi opiniòn, el mejor ejercicio que puede realizar.
Muchas personas relacionan la meditaciòn con una pràctica religiosa, y la verdad es que no es asì. Muchas personas meditamos a diario y lo hacemos con la mas firme convicciòn de que nos ayuda a esclarecer las dudas, a relajarnos, a encontrarnos con nosotros mismos y a sanar. Digo sanar, porque està comprobado que el noventa por ciento de las enfermedades son causadas por el estrés, o sea que la meditaciòn ayuda a la prevenciòn de las enfermedades relacionadas con nervios o disgustos, como son los ataques cardìacos, la presiòn arterial, constipaciòn, ùlceras, insomnio, urticarias, etc.
Cuando usted medita se adentra en un espacio maravilloso, dentro de usted mismo, escuchando el silencio que habita dentro suyo trayèndole paz y amor a su corazòn.
Al principio encontrará que no puede concentrarse, pero insista. Concéntrese en su respiración y trate de ver en su mente una pantalla de un solo color, concéntrese en ese color y siga vigilando su respiración. No se enganche con los pensamientos que le vengan a su mente, déjelos pasar.
La primer semana deberà hacerlo por diez minutos cada vez, en la segunda semana aumèntele unos minutos mas y asì cada semana hasta llegar a los treinta minutos diarios. Se quedarà sorprendido por el resultado. Aprenderà a tomar las cosas con calma y a no hacerse problemas por cosas que no puede resolver.Otra manera simple de meditar es observar la naturaleza. Quedar ensimismado observando el vuelo de las aves, o el capullo de una flor, el trabajo de los insectos o un bello paisaje lo adentra en un silencio maravilloso que lo ayuda a aquietar los pensamientos y por lo tanto, a meditar de una manera diferente.
Sea constante, es el mejor regalo que puede hacerse a usted mismo.
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