lunes, 2 de septiembre de 2013

Hàblese amablemente

Cuando tenga conversaciones con usted mismo (todos las tenemos), háblese con amabilidad y respeto. No se insulte, no se desvalorice, no se rete o reprenda. 
Si algo de lo que usted hizo no cumplió con sus expectativas,  dígase amorosamente: "La próxima vez saldrá mejor". No se deprima. No se entristezca. 

Muchos se sonríen cuando les cuento que cada vez que me veo al espejo sonrío y me digo: "Gracias, Gra, te amo, linda".
Me doy las gracias por todo el esfuerzo que hago cada dìa para seguir en esta línea  Porque creo que usted y yo estaremos de acuerdo en esto: es un esfuerzo el hacer bien los deberes, vigilar los pensamientos,  sonreír siempre. Porque yo también me enojo cuando veo injusticias, cuando las cosas no salen como planeo, cuando alguien me miente. Pero inmediatamente cambio mi vibración  no dejo que nada ni nadie me perturbe. Estoy atenta siempre. 
Me gusta que me digan que me aman. Tengo la gran bendiciòn de tener un esposo que me lo dice muchas veces por dìa. Pero tambièn me gusta decírmelo  para recordarme que todo lo que hago lo hago, principalmente, por mì misma. 
Cuando aprenda a tratarse con amabilidad y respeto, verà como las demàs  personas lo tratan bièn y usted los tratarà bien a ellos y asì se formará un cìrculo en el que todos se veràn envueltos y se sentirán beneficiados.
Haga algo que le guste, por loco que parezca. Quizás sea algo referido al arte o al deporte, o quizàs desee volcarse hacia el camino espiritual. Nadie tiene que saber lo que usted hace, porque tal vez las personas que comparten su vida diaria, no comprendan que usted desea hacer eso que le gusta. También estàn aquellos pesimistas que siempre le encontrarán el lado negativo.
Sea el dueño absoluto de su vida. Haga aquello que le hace sentirse bièn.
Y recuerde: háblese amablemente. 

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