Recuerdo
que cuando era adolescente, soñaba despierta con el dìa en que un joven me
confiese su amor. Lo imaginè de mil maneras diferentes. Imaginé a mi novio
amoroso, caballero, inteligente, equilibrado, gentil, respetuoso. Y siendo ya
mi esposo, me imaginè junto a èl por el resto de mi vida. ¡Y asì lo fuè…y asì
lo es!
Ya
llevamos 35 años de novios, de los cuales 33 son de casados.
Sin
saberlo, usè la ley de la atracción a mi favor. Nada sabìa yo de leyes
universales, sin embargo, allì estaba yo soñando despierta cada noche, con
formar una pareja feliz, saludable para ambos. Cada noche me dormía con una
sonrisa imaginando a mi novio o esposo durmiendo a mi lado.
Asì
llegó mi gran y único amor a mi vida, en mi adolescencia. Con èl llegó a mí el
equilibrio, la mesura. Hizo de mì una mujer virtuosa, completa.
Nunca
le puse rostro a esa imagen. Y eso fuè lo que hizo que èl llegue
sorpresivamente. Era el chico tímido de la barra de amigos de mi hermano. Fuè
todo tan genial como se sucedieron las cosas, que aùn hoy recuerdo paso a paso todo lo ocurrido.
Asì
puede hacerlo usted, si todavía no encontró al amor de su vida.
Imagine
como desea que sea su pareja. Imagine cada detalle de su forma de ser. Y no le
ponga rostro. No le ponga rostro. Lo repetiré: No le ponga rostro.
Deje
que el Universo lo sorprenda ¡Como a mí!
Recuerde
hacerlo cada noche. Sin descanso. Duérmase con esa idea. Siéntase feliz por
saber que su gran amor pronto llegarà a usted.
Imagine
conversaciones gentiles, momentos románticos, abrazos cariñosos. Emociónese.
Deje que su piel se erice. Nunca imagine discusiones, o escenas de celos. Sòlo
situaciones bellas, optimistas. Y prepárese para aceptar la felicidad
complemente. No se niegue. Siéntase plenamente feliz a partir de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario para que yo sepa si te ha gustado. Recuerda que los comentarios son energìa y esa energìa te està mostrando al mundo.