Cuando habla
el corazòn es inevitable escucharlo. Pero a veces ignoramos lo que nos dice.
¿No cree
usted que si tomara en cuenta lo que su corazón le dice, se equivocaría menos?
¿De que
manera puede usted escuchar a su corazón? Simplemente haciendo silencio y
actuando por impulso.
Cuando
tenga ganas de abrazar ¡abrace!
Si
tiene ganas de hacer un regalo ¡còmprelo y entréguelo!
Si es
escribir una carta, pues ¡escrìbala! Y diga todo lo que desea decir, no se
guarde nada, exprese todos sus sentimientos.
Para
conectarse con su corazón, con sus sentimientos, haga el siguiente ejercicio.
Sièntese
en un lugar cómodo, tranquilo, en silencio. Cierre sus ojos. Respire suavemente y vacìe su mente de
pensamientos. Coloque su mano sobre su corazón y conéctese con èl. Luego de un
rato fije su atención sobre lo que desea recibir una respuesta. Luego de unos
minutos retire su mano, abra los ojos y confìe que la respuesta llegarà. En un
momento dado una idea o pensamiento caerà sobre su cabeza y habrá encontrado la
respuesta o solución a su pedido.
Es asì
de sencillo, solo debe escuchar la respuesta y actuar.
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