Tu divinidad

Tu ser es tu esencia pura. La parte que tienes de Dios. Esa partecita  que parece muy pequeña pero que es muy grande.
Todos tenemos algo de la divinidad. Eso nos lo han dicho siempre, desde muy pequeños. Pero quizàs no siempre lo suficientemente claro como para entenderlo.
Cuando estas en silencio absoluto y dejas que los pensamientos corran sin detenerse, podràs escuchar a tu divinidad dicièndote que es lo que quieres escuchar, quizas sea un mensaje para tì, para tu sanaciòn. O algo que deseas saber, que necesitas saber. Una imagen que debes recordar o una palabra que te lleve a encontrar una respuesta.
Pruèbalo. Haz silencio, y con los ojos cerrados, adèntrate en ti, relajando tu cuerpo y tu mente. Pregunta "¿Que necesito saber hoy?" y deja que esto ocurra. Quizàs en un principio parezca algo confuso, pero no lo deseches. Trata de hilvanar imágenes con palabras, o imágenes entre sí. Trata de descifrar el mensaje poniendo en orden las palabras. Ese es Dios hablàndote. Esa es tu parte divina dàndote un mensaje.

Muchas veces me he encontrado en momentos en los que no he sabido que hacer y este pequeño ejercicio me ha ayudado a encontrar la respuesta. He sentido una presencia hablàndome, sin decir palabra. Solo sintiendo. Y ha venido a mì la respuesta que necesitaba. A veces han sido varias y he tenido que escoger la que me mejor se acomodaba al asunto en cuestiòn. Y para mi sorpresa, ha sido la indicada.
Pruèbalo y te sorprenderás.