jueves, 2 de octubre de 2014

Romper el silencio

Romper el silencio es, muchas veces, mucho más fácil de lo que se espera.
Quizás usted crea que puede lastimar a alguien si dice lo que siente o piensa. Tambièn puede ocurrir que tenga temor a ser juzgado por sus pensamientos o sentimientos y ¿no es usted el que está juzgando ahora a las personas?
¿Quiere saber qué es lo que yo creo? Creo que callar es como mentir o peor aún. Callar y no expresarse le puede traer problemas de salud. Callar apresa al alma. Hablar lo libera.
 ¿Qué puede haber de malo en decir lo que le preocupa o emociona? ¡Nada! Si usted acepta a los demás como son, es lógico que los demás lo acepten a usted, y si no es asì es porque es usted el que no admite a las otras personas como son. Véalo así, ya lo he dicho otras veces: todo lo que nos rodea es creación nuestra, de nuestra mente o espíritu, como quiera llamarlo. Si usted acepta a las personas tal cual son, ellas lo aceptaràn a usted, pero si usted no acepta a los demás y quiere cambiarlos….està en problemas. No podemos cambiar a los demás, el cambio lo debemos hacer en nosotros mismos. Desde el instante en el que cambiamos la perspectiva, esa energía hace que atraigamos a nosotros circunstancias o personas que tengan la misma manera de ver las cosas.   Aceptarnos y aceptarlos es lo mejor que podemos hacer para vivir tranquilamente.
Deje de hacer silencio cada vez que un tema lo incomoda. Dé su opinión al respecto, intercambie posturas. No es necesario gritar ni enojarse. Haga todas las preguntas que sean necesarias para poder comprender màs. Muéstrese interesado en el tema. Si no se siente capacitado para hablar, escuche para poder formarse una opinión que lo haga sentir más seguro de opinar la próxima vez, pero no se escape. Rompa el silencio.