domingo, 22 de junio de 2014

Ley de Sacrificio

Otra de la leyes universales que me parece bastante interesante es la Ley de Sacrificio.
Yo interpreto que esta ley nos advierte que debemos compartir sin medida, sin egoísmo, sabiendo que cuando entregamos algo dejamos el lugar para lo nuevo.
Digamos que usted tiene su placar llenìsimo de ropa y objetos que no usa porque se le pasaron de moda, o porque no le son de utilidad en este momento. Pero a su vez, necesita renovar su guardarropas porque consiguiò un nuevo empleo y desea lucir bien, pero se encuentra con que no cuenta con el dinero suficiente para ello. Créame que si usted regala toda esa ropa que ya no usarà y los objetos que ya no le sirven, a alguien que los necesita y lo hace con gusto de ayudar, puedo asegurarle que podrà comprarse la ropa que necesita sin el menor esfuerzo.
Usted usò la ley para su beneficio. Sacrificò algo para obtener algo. La diferencia si lo obtendrà o no, està en la consciencia de dar con amor, con el gusto de ayudar, agradeciendo de tener la oportunidad de brindar. En cuanto su placar se desocupe, usted irà de compras y no le costarà pagar las cuentas, porque usted dejò un lugar libre y ese lugar debe ser ocupado inmediatamente con nueva energìa, ¡y que mejor que con la ropa que a usted le gusta! Pero debe estar consciente que èste es un acto de amor, de generosidad hacia quien lo necesita. A partir de ahora, cuando tenga ropa u objetos que no utilizò en el ultimo año, definitivamente debe regalarlo (o si prefiere venderlo) y dejar lugar para eso que desea y necesita. Pruèbelo  y verà a esta ley actuando a su favor.


sábado, 14 de junio de 2014

LEY DE POLARIDAD, o Ley de los Opuestos


Para que todos entiendan bien por què se llama Polaridad, voy ponerle el simple ejemplo de Polo Norte y Polo Sur. Cuando usted ve el globo terráqueo, observa que en la parte superior se encuentra el Polo Norte, donde durante seis meses del año es de dìa y los otros seis meses correspondientes a la otra mitad del año, es de noche. Pero en la transición del dìa hacia la noche, o de la noche hacia el dìa, ocurre algo parecido a un atardecer o un amanecer lo que impide saber con exactitud, cuando comienza el dìa y cuando comienza la noche y viceversa. Lo mismo ocurre en el extremo del planeta, donde se encuentra el Polo Sur. Por eso se le llama POLARIDAD, u OPUESTOS.
Todo tiene su opuesto, eso lo sabe. Pero siempre me gusta dar muchos ejemplos para asegurarme que usted lo entienda.
El polo opuesto del amor, es el odio. Del frìo, es el calor. De la mentira, es la verdad. De lo bueno, es lo malo. De la alegría, es la tristeza. De la felicidad, es la desdicha. Y podría seguir poniendo muchísimos ejemplos màs.
Esta ley està ligada a la Ley de Ritmo, que vimos en el artículo anterior.
La Ley de Ritmo dice que todo està en contìnuo movimiento. Y la Ley de Polaridad dice que todo tiene su opuesto. Pero también dice que no se sabe cuándo termina algo para comenzar su inverso.
Pasando en limpio digamos que: una persona es muy feliz y llega a ser desdichada pero, ¿en qué momento dejó de ser feliz para comenzar a ser desdichada? ¿Y qué tan feliz es y cuan desdichada es? Todo se basa en la observación del protagonista o del espectador. Y aquí volvemos a prestar atención. Usted es quien decide que observar, cual es su realidad, decide que es bueno o malo para usted, y en que medida.

La Ley de Polaridad nos indica sus opuestos, pero usted es el que resuelve observar el lado positivo o el negativo y que dimensión darle. 


martes, 10 de junio de 2014

Rìtmicamente hablando (Ley de Ritmo)

La Ley del Ritmo dice que todo està en movimiento. Que todo se mueve de un lado al otro, por eso también se la conoce como Ley del Pèndulo.
Un ejemplo claro de esta ley es que al dìa le sigue la noche o a la noche le sigue el dìa. Que el año recorre todas sus estaciones para volver a empezar. La caída de una nación  hace de èsta la reconstrucción de una nación más fuerte y poderosa para, con el tiempo, caer nuevamente y volver a evolucionar.
¿Usted cree que las personas estamos exentas de la Ley de Ritmo?
¡Claro que no! Estamos alegres y pronto nos sucede algo que nos deja de mal humor. Sentimos felicidad y luego nos ocurre algo que nos hace sentir desdichadas. Ganamos mucho dinero y pronto encontramos en que gastarlo.

Pero….pare, pare, pare. ¡No se desanime…!
Piénselo asì: la Ley de Ritmo es una ley universal, y estas leyes NO SE CAMBIAN. Debe comprender que vivimos con ella, que nada lo puede cambiar. Acèpte que esto es asì. Sepa que a un período bueno le lleguarà un período malo, luego vendrà otro bueno o muy bueno. Dependerà de como tome usted las cosas. Si toma las cosas con calma, sabiendo que esto es asì, estarà ansioso por que llegue lo positivo a su vida, y se sentirà animado, como cuando està esperando ir a una fiesta. Y si usted està animado tomando las cosas con calma, su vibración le atraerà algo muy positivo.

Hágalo. Espere con buen ánimo a que  las cosas negativas cambien. Y no se preocupe por las malas rachas. Sepa que pasaràn y le dejaràn una enseñanza. Lo fortalecerán para seguir adelante.


miércoles, 4 de junio de 2014

Toda causa tiene su efecto (Ley de Causa y Efecto)


Usted sería demasiado inocente si creyera que su acción no tiene efectos posteriores, de hecho cuando usted le hace un cumplido a alguien, esa persona se siente bien (o no) pero reacciona a su cumplido, no es indiferente. Este es un simple ejemplo para entender cómo funciona.
La ley de Causa y Efecto, es una ley universal, por lo tanto, no puede cambiarse, ni transgredirse. Todo lo que usted hace tiene su resultado. Sè que en el plano material, no siempre se logra el resultado deseado, pero yo hablo del plano espiritual. El plano espiritual es aquel que no se palpa con los sentidos. Entonces, volviendo al tema, usted sentirà en un futuro los efectos de sus acciones del pasado. Creo que està muy claro, no se necesitan muchas explicaciones, pero es necesario recordàselo para que usted siempre lo tenga presente: lo que dà, es lo que recibirà.

Recuerdo que tenía un vecino, un señor muy mayor, enfermo, indigente que vivía completamente solo. Digo completamente, porque no recibìa visitas de nadie. A mi esposo y a mì, como también a una familia vecina, nos apenaba verlo asì y le llevábamos comida, yerba mate para que tenga para su desayuno y merienda, pan casero y cuando hacíamos algo dulce, le encantaba que le convidemos. El hombre juntaba botellas, metales y cartones, y los vendìa a la recicladora. Era muy callado y respetuoso. Nos preguntábamos por qué nadie venía a verlo, seguramente tendría hijos.
Cierto dìa nos encontramos con un señor que lo conocía desde su juventud y, para sorpresa nuestra, nos relatò una historia escalofriante cuyo protagonista principal, era nuestro vecino. Resulta que en su juventud estuvo casado con una mujer con la que tuvieron ocho hijos. Cada vez que la mujer se embarazaba, era vìctima de golpes por parte de su esposo. Todo el embarazo lo vivía aporreada. Castigaba injustamente a sus hijos y los obligaba a trabajar desde pequeños, sin ir a la escuela. La mujer se cansò y se fuè, y èl regalò a todos sus hijos como quien regala mascotas, sin pena alguna.
Con el tiempo, mi vecino, fue a buscar a sus hijos, los que ya se habían contactado con su madre, y èstos lo despreciaron. Hasta el dìa de hoy sigue solo, ya sin la ayuda de nadie, porque poco a poco ha ido mostrando su mal carácter y violencia. ¿Quiere un ejemplo más claro que èste? Ocho hijos y en absoluta soledad. Todo lo que diò le fue devuelto. Su soledad e indigencia no son más que la muestra de que, efectivamente, las leyes universales se cumplen.
Por el contrario de la historia que relatè, le contarè otra muy diferente.
Mi madre, a la que le dediquè una poesía alguna vez, es una mujer muy buena y cariñosa. Sus nietos la adoran. Tiene una forma de tratarlos que me enorgullece como hija. Hasta el más travieso de sus nietos o bisnietos, se porta bien con ella, son incapaces de hacer lios en su casa. Mi mamà siempre les dice: “tesorito”, en vez de llamarlos por sus nombres. Y cuando ha estado enferma, todos se desesperan por verla bien. Lo gracioso es que ella siempre dice: “¿Qué habrè hecho yo, para merecerme tanto amor?”. ¡Està todo dicho!