viernes, 2 de mayo de 2014

Superar


Hace unos días, conversaba con mi sobrina mayor a cerca de su enfermedad, la que la hizo pasar por una cirugía que ella supo asimilar muy bien. Decíamos de la importancia de no rodearse de gente negativa, pesimista, en estos casos en los que uno debe estar con la máxima positividad posible. Pero yo hacía hincapié en que también debe tomarse esto como una gran experiencia de lo que debe sacarse el mayor provecho. Ella me decía que en momentos asì se conoce a los amigos y yo le decía que también uno se conoce a sí mismo.
¿Cuántas veces creyó usted que no sería capaz de soportar un diagnóstico catastrófico de su salud? ¿Cuántas?
¿Cuántas veces pensó usted que sería incapaz de tomar una seria decisión? ¿Cuántas?
¿Cuántas veces creyò que era débil e impaciente? ¿Cuántas?
Sin embargo, al estar en un momento asì, usted se convierte en el más audaz guerrero, en el más intrépido de los pacientes, tomando el mando absoluto de su vida. Y créame que si no hubiera pasado por una situación dolorosa donde su vida està en juego, jamás hubiera sabido de su temperamento.
Creo que estas “pruebas”, son un regalo.


A mí me pasa cada dìa, al levantarme por la mañana y darme cuenta que Dios me regalò un dìa más para comprender que mi esfuerzo diario por superar mi enfermedad, es una oportunidad maravillosa de mostrarles a los demás que “sì, se puede”. Que nadie más que yo puede ayudarme. Que el mejor ejemplo que puedo dejarles a mis hijos es que no debe claudicarse por nada.
Yo también creía que era débil e incapaz, sin embargo mi mala salud me mostró lo contrario. Y me enseñò que, a pesar de los pronósticos médicos, yo puedo decidir mi sanación.
Mis ejercicios de Chi kung, la meditación, Reiki y los remedios homeopáticos han ayudado en gran medida a mi bienestar. Quiero ser un testigo de superación. Un testigo de esfuerzo en el dìa a dìa, para que usted sepa que es usted el único que tiene el mando en su vida. La ayuda de mi familia, el amor que ellos me dan, me brindan fuerza para seguir adelante.
Si hay alguien en su entorno que no goza de buena salud, sepa que su ayuda vale mucho más de lo que cree. Su compañía, confianza, demostraciones de afecto y amor son muy sanadoras.

Crea en usted. Crea en su superación personal. Disfrute de la vida con optimismo. Y ayude a los demás a pensar positivamente. Ése es uno de los mejores regalos que puede hacerse. 


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